Filmoteca. Presentació i debat: Günter Schwaiger
(director) Günter Schwaiger, Àustria, 2023,
Documental. Festival de cinema Jueu.
Daniela Aparicio, octubre, 14, 2024
Mis impresiones.
Sí, este es un largo viaje que parte del colectivo exterior
—la historia nazi— y se encarrila hacia el interior del
ser, todo un recorrido. Una confesión fatídica del
veneno que se infiltra en nuestras sociedades y que
atañe, uno por uno, a cada uno de nosotros.
En las películas de propaganda nazi, Goebbels,
ministro de la misma, designaba a los judíos como
«ratas», «gran peligro para la humanidad», «los que
encarnan la peste», y por ello había que erradicarlos
de la faz de la tierra. Este conocido mecanismo
paranoide —externalizar el Mal para luego
exterminarlo— nos resulta familiar, tranquiliza
nuestras conciencias y nos sume en la inopia de
la inocencia.
Aquí, en Braunau (Austria), pueblo en el cual ha
nacido Adolf Hitler, también habitan las ratas locales.
Podía haber sido un pueblo idílico de buena gente
biempensante y amable que trina sus cantos en
domingo y ayuda a sus vecinos, pero no fue así.
Si uno rasga la superficie de la historia —este es
el caso de Gunther Schwaiger—, descubre una
verdad insoportable: ¡el Mal está dentro de nosotros!
En dosis y tratamientos diferentes, claro está, pero
solo reconocerlo nos ayuda a combatirlo. Cada uno
lleva la rata que lo habita. No hay un maniqueísmo
del Mal, aquí el bando de los buenos y allá los
malignos. Eso es lo más inquietante del documental.
Lo más cercano de mí, mi propio y querido padre,
puede ser un potencial criminal. Así son las cosas.
La banalidad del Mal —que tantas bofetadas le ha
supuesto a Hannah Arendt— no existe. Todos
llevamos una dosis de fascista en la intimidad
de nuestro ser, una aspiración a la seguridad
y a la ignorancia, o sea, al olvido. El trabajo
de la Memoria Histórica se topa con eso,
de ahí sus dificultades.
Solo el reconocimiento de eso y la responsabilidad
de nuestros desvaríos nos permite gobernar algo de
su destino y cambiar el rumbo, para ganar terreno a
lo inefable.
Gran documental; gracias, Günter Schwaiger, por
tirar de la manta y obligarnos a pensar; una tarea ética.
No he visto el documental, pero tu comentario me impele a verlo en cuanto pueda. En efecto, el mal existe dentro de cada ser humano. El gran desafío es controlar -tarea de toda una vida- ese lado oscuro y desarrollar estrategias que nos permitan anteponer, a ese impulso oscuro, actitudes y acciones que no dañen a nadie, incluyéndonos. Muchos son los obstáculos y, en ocasiones, magros los desagravios. Sin embargo, no creo que esta toma de conciencia desmienta "la banalidad del mal" de Hannah Arendt, por cuanto el mal tiene múltiples facetas y rostros. Y algunos son así, un mal que se manifiesta desde lo más banal del ser humano, de su ausencia de conciencia más allá de su metro cuadrado, así como para otros dañar a sus semejantes puede ser incluso fuente de satisfacción. El mal y el bien, siendo parte de la naturaleza del ser humano, no tienen una única razón ni forma de manifestarse, sino múltiples.
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