El judaísmo es mucho mas amplio y diverso que la postura
nacionalista que asocia o identifica la identidad judía con el
Estado de Israel.
Somos conscientes de que parte de la identidad judía
diaspórica está vinculada en muchos sentidos a Israel, pero
nos inquieta que en las comunidades judías religiosas de la
diáspora el estado de Israel haya adquirido un lugar central en
la vida comunitaria y domine un discurso pro-israelí acrítico, que
no reconoce la Nakba ni la situación de la población palestina a
ambos lados de la línea verde. Este es el motivo por el que la
realidad política y social de este territorio, por el que dos pueblos
luchan de manera asimétrica, está en nuestro centro de interés.
Reivindicamos el reconocimiento del judaísmo laico, con el que
se identifica una gran parte de la población judía en Barcelona,
España y a nivel global, y que en la actualidad apenas tiene voz.
No estamos de acuerdo que las comunidades religiosas judías
sean las únicas interlocutoras oficiales con las administraciones
públicas, como ocurre en España.
Rechazamos cualquier intento de manipulación informativa o
emocional que se realice en nombre de la comunidad judía y que
solo represente a una parte de esta.
El judaísmo es una identidad plural y tiene expresiones muy
diversas.Nuestro objetivo es ser otra voz judía - una de tantas
voces judías posibles - que contribuya a disolver la percepción
monolítica de lo judío que se da en Barcelona y en el estado
Español.
Independencia y libertad de acción. Somos independientes de
las comunidades judías y de la Federación de Comunidades Judías
de España. No estamos vinculados a ningún partido político del
ámbito catalán ni estatal; tampoco a ningún partido israelí.
Nuestras acciones se dirigen tanto hacia dentro como hacia afuera,
hacia la población judía local y hacia la población en general.
Fomentar el diálogo y el reconocimiento de las diferencias es lo que
contribuye a enriquecer nuestra existencia como judíos/as y como
ciudadanos/as.
NUESTROS CAMPOS DE ACCIÓN
a. Conflicto Israel Palestina desde la comunicación no-violenta.
Nuestro objetivo es dar a conocer en Barcelona y España el trabajo
de las muchas personas y movimientos de la sociedad civil israelí y
palestina, que denuncian la ocupación israelí y las violentas
consecuencias sobre la población palestina, a la vez que promueven
la coexistencia de ambos pueblos. Consideramos prioritario apoyar
sus esfuerzos para combatir el paradigma imperante de confrontación
(“Nosotros o ellos”) y promover políticas de reconciliación (“Nadie se
tendrá que ir de esta tierra”) basadas en el reconocimiento de la
dignidad, los derechos humanos, la igualdad y la legitimidad de los
dos pueblos a vivir entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo. Estos
movimientos de resistencia binacional no violenta tienden a ser
invisibilizados por los medios de comunicación mainstream, así
como por la derecha global y la izquierda decolonial.
Nuestra firme oposición a las políticas agresivas de Israel y el apoyo
a la autodeterminación de los palestinos, no comportan alianzas con
organismos que rechacen la existencia de un estado de Israel, ya sea
junto a un estado palestino, una confederación de dos estados o un
estado binacional.
Asimismo, creemos firmemente que es importante mantener un diálogo
abierto con movimientos pacifistas que no avalen la violencia. El diálogo
es la base de nuestra existencia. Rechazamos cualquier forma violenta
de abordar el conflicto.
La masacre del 7 de octubre en el sur de Israel y la siguiente
devastación de Gaza han demostrado cruelmente que no puede haber
una solución militar al conflicto y que es más urgente que nunca
imaginar un futuro compartido para los dos pueblos y trabajar por ello.
Desde el principio condenamos los asesinatos y secuestros masivos
de civiles; pusimos este ataque brutal en el contexto de una dominación
violenta que venía durando más de 75 años y que solo había
desencadenado odio y violencia crecientes; nos sumamos al clamor
que exigía parar la guerra de venganza contra Gaza y a la vez pedía
negociaciones inmediatas entre las partes para intercambiar rehenes.
b. Antisemitismo.
Estamos en un momento histórico complejo en que el antisemitismo
viene de diversos frentes ideológicos, y que la supuesta defensa de
los judíos procede a veces de una extrema derecha que usa a los
judíos para blanquear su racismo y a Israel para justificar su
islamofobia. Somos además muy conscientes de que el mal uso de
la acusación de antisemitismo, como han practicado ciertos grupos
políticos en España y a nivel global, solo sirve para envenenar,
confundir y enturbiar la lucha contra el verdadero antisemitismo.
Vemos el antisemitismo desde un punto de vista antirracista y
antifascista. Debemos ir más allá de las definiciones de
antisemitismo que son meras listas de verificación y, por definición,
no pueden abordar una visión del mundo: están destinadas a
politizarse, usarse para plantear acusaciones falsas, apuntalar la
polarización y el extremismo político y, en última instancia, fracasar.
Hay que abordar el antisemitismo en los lugares donde vivimos,
y para hacerlo tenemos que comprender a los propios antisemitas.
Asistimos a una reconfiguración ideológica del antisemistismo en la
que se actualizan los viejos prejuicios de matriz conspiranoica.
Los judíos no son la causa fundamental del antisemitismo, pero
una visión del mundo conspirativa es lo que más contribuye a él,
y la tecnología solo facilita su difusión. Tenemos que ser activos
en la lucha contra el antisemitismo junto con otras discriminaciones,
ya que no desaparecerán por sí solas. Hoy se impone la necesidad
de abrir el diálogo entre los diferentes actores para combatir el
antisemitismo a nivel local: en las redes sociales, aulas universitarias,
asociaciones de base; reflexionar sobre el israelismo y sus
consecuencias en la diáspora. Denunciar el antisemitismo como
cosmovisión global, implícita en el lenguaje y en el uso de la violencia.
c. Identidades judías diaspóricas contemporáneas.
El desconocimiento respecto al judaísmo y lo judío en España es
campo de cultivo de estereotipos, ya sea mistificadores o prejuiciosos.
La mayoría no ha conocido en su vida a un/a judío/a. “El judío” es un
ser fantasmagórico, percibido en general de manera monolítica, no como
ser humano sino como una idea, como algo o alguien a quien temer,
admirar, compadecer u odiar. Es urgente dar a conocer la diversidad
de lo judío, la multiplicidad de las identidades judías diaspóricas
contemporáneas. Reflexionar sobre las identidades porosas y mestizas
y sobre la construcción de judeidades en la postmodernidad. Debatir
sobre las diferentes particularidades y los distintos grados de implicación
e interacción con la cultura judía en cualquiera de sus formas, examinar
el controvertido vínculo entre ideología y religión. Los distintos grupos
judíos y sus antagonismos - y a veces incompatibilidades.
Redes, alianzas y sinergias.
En el ámbito local, Mozaika ha sido nuestro principal socio colaborador
junto con Festival de Cinema Jueu para la producción eventos en
distintos formatos, como conversatorios, mesas de debate, etc.
Por otra parte, JCall está integrada en JLink, una red internacional de
organizaciones judías progresistas, asociación con la que participa en
campañas de debate y comunicación. También colabora con J-AMLAT,
A Land for All, Combatants for Peace, Parents Circle Families Forum,
Wahat Al Salam-Neve Shalom, Standing Together, Road to Recovery y
Women Wage Peace, entre otros; además de foros, acciones políticas,
comunicados, etc, orientados a la consecución de una solución política
entre Israel y Palestina. En el plano internacional, participamos junto
con la Coalición Estatal España, Solidaridat en la iniciativa europea por
el reconocimiento del Estado de Palestina basada en la solución de los
dos estados. Y puntualmente colaboramos con Unitat Contra el Feixisme
i el Racisme (UCFR) en la lucha contra el racismo y el antisemitismo.